miércoles, 4 de diciembre de 2013

Albert Espinosa "El libro amarillo"

El Gusto Por La Vida



Prólogo: «Cuidado, este libro es Albert, si entras en él, no querrás salir»
Albert tiene el espíritu curioso de Sherlock Holmes y la apariencia de Watson. Su perfecto desaliño al vestir te hace sospechar de si se lo ha preparado antes de salir de casa. Es raro hasta para ser coqueto.
Una de sus aficiones preferidas es mirar. Entra sin permiso por las ventanas de tus ojos y obtiene toda la información que necesita. Su sensor emocional es casi infalible y cala al ser humano, con la facilidad de esas cajas de supermercado que saben el precio del producto con sólo leer el código de barras. Cuando acierta sabe de ti mucho más que tú.
Albert le ha ganado varias batallas a la muerte, por eso sus historias rebosan tanta vida. Es hiperactivo, prefiere perder sueño a perder experiencias. Su velocidad mental es de vértigo. Si quieres contarle algo tiene que ser muy bueno o muy rápido.
Si deseas captar su interés, no le cuentes tu vida, deja que la descubra él. Es otra de sus aficiones preferidas.
Le encanta provocar pero lo hace con la intención de normalizar. Me hizo una prueba para su última película: No me pidas que te bese porque te besaré, en la que teníamos una secuencia en una piscina ficticia. Acababa de conocerlo. De repente se quitó la pierna ortopédica. Lo hizo con tanta normalidad que eché mano de la mía a ver si podía hacer lo mismo. Fue un acto histérico, intentaba aparentar normalidad pero la escena me descolocó. Él se dio cuenta y con la misma normalidad con que se había quitado la pierna izquierda, empezó a hablarme de uno de los temas más recurrentes en su peli/vida: el universo de las pajas. Conectamos de inmediato. Olvidé la prueba, olvidé la pierna, olvidé que él era el director y me encontré con un colega que hablaba de sensaciones que yo compartía.
Aparenta treinta años pero lleva más de quince repitiendo adolescencia. De ahí su frescura. De ahí su limpieza. De ahí que siga
pensando que si puede imaginarse, puede hacerse.
Albert es poderoso porque no se rinde nunca. Y como último recurso negocia: cambia pierna y pulmón por vida. Ha aprendido a perder con el único objetivo de ganar. Y se hace más fuerte. Y sale a saciarse de vida. Y escribe obras de teatro, largometrajes, series de televisión, novela… Y usa con maestría el humor para contarnos un drama. Y junta la realidad más cercana con nuestros sueños más lejanos. Y viene a decirnos que la única minusvalía es la emocional y que vivimos en una sociedad que no comparte sentimientos.
Albert habla de un mundo al alcance de todos y que tiene el color del sol: el mundo amarillo. Un sitio cálido donde los besos pueden durar diez minutos, donde los desconocidos pueden ser tus mejores aliados, donde el contacto físico pierde su connotación sexual, donde el cariño es algo tan cotidiano como comprar el pan, donde el miedo pierde su significado, donde la muerte no es eso que les pasa a los demás, donde la vida es lo más valioso, donde todo está donde tú quieres que esté.
Este libro habla de todo esto, de todo lo que sentimos y no decimos, del miedo a que nos quiten lo que tenemos, de reconocernos enteramente y apreciar quiénes somos cada segundo del día. ¡Larga vida a Albert!
Eloy Azorín,
actor
Hoy debía hablaros sobre este libro que es tan alucinante y gracias a este hombre podemos disfrutar de él.

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